lunes, 12 de diciembre de 2016

Barcos nuevos, robos y otras reflexiones

La verdad es que nunca me he sentido atraído por los barcos nuevos. No me gustan los diseños de los barcos actuales. Los cascos son muy planos y los interiores me parecen impersonales. Da la impresión de que están diseñados principalmente para la vida en el puerto.




A mí me gustan los barcos que toman las olas más suavemente, con quillas voluminosas e interiores más "marineros". Me gusta arriesgarme a calear. Levantarte temprano en una cala, bañarte y desayunar viendo el amanecer a resguardo del viento me parece uno de los mayores lujos. Aunque a veces toque salir corriendo por una rolada inesperada.

Cala ibicenca


Eso sí, los barcos modernos sobre el papel resuelven muchos problemas de los barcos más antiguos. Pero no es oro todo lo que reluce. Hace un año largo, un familiar mío se compró un barco nuevo, es un Dufour. La verdad es que tenía mucha ilusión, se lo eligió todo a su gusto: colores de las maderas, tapicerías, distribución interior, motorización y velas. El barco tenía muchas opciones.
La primera sorpresa fue cuando llegó el barco a su puerto base y simplemente se habían equivocado. El barco era otro, con otra tapicería, otra distribución, otras maderas, otras velas, otro motor,...

Dufour 40


Le plantearon quedárselo con una rebaja importante. La verdad es que, con lo que cuesta un barco nuevo es para planteárselo. Pero bueno, la ilusión de tener su barco a su estilo pudo lógicamente más.
Cuando te mandan el barco desde el astillero tienes que desembolsar la totalidad del precio de barco, así que se quedo esperando unos cuantos meses sin barco y sin dinero.
Tras una larga espera por fin acabaron "su" barco y le llegó a su puerto. Después de la primera decepción, la verdad es que fue prudente y no nos enteramos nadie en la familia. Tras una primera inspección y una larga puesta a punto conseguimos hacer la primera salida familiar con éxito. En la puesta a punto hubo que hacer un reglaje de motor, del mástil, calibrado de la electrónica, piloto automático, corrección de malas instalaciones, etc... a cuenta del astillero.
Probablemente soy un iluso, pero yo me imaginaba que cuando tienes un barco nuevo todo funciona a la perfección, que la instalación de los equipos son perfectas y que hay un control de calidad riguroso. Lamentablemente sacamos una larga lista de defectos de fabricación e instalación que a día de hoy, un año y medio después, todavía no está totalmente resuelta. El servicio de postventa del astillero es, como mínimo, deficiente.
Luego entiendes cómo algunas marcas, como Hallberg-Rassy (HR), tienen lista de espera de dos años para construir un barco. No he visto ningún HR recién sacado del horno, pero sí que he podido vivir y navegar en un HR de 30 años y me ha sorprendido lo bien pensados y rematados que están. Además navegan bien, no dan la impresión de ser barcos pesados y lentos.
Pero claro, con lo caros e inaccesibles que son no me extraña la historia que leí hace unos años. Es una historia que daría para hacer una película.
Una apasionada familia alemana cumplió su sueño de comprarse un Hallberg Rassy. Se compraron un HR 36 Mk I.

HR 36 Mk1

Era una de las primeras unidades de este diseño de German Frers y tuvo mucho éxito. A los cinco años se mejoraría el diseño dándole 40 cm más, un cuerpo más voluminoso, más capacidad de estiba y una popa más ancha con plataforma de baño, aunque mantenía la carena, motorización y aparejo.
Esta familia se enamoró del nuevo diseño y consiguieron vender su barco rápidamente para encargar el nuevo modelo al astillero.

HR 36 Mk2


Por fin lo tenían amarrado en su marina, era septiembre y soñaba con el próximo verano. El orgulloso propietario llegó una tarde de viernes para prepararlo para un fin de semana familiar y sorprendentemente no estaba en su amarre. Se estaba haciendo de noche así que se recorrió todo la marina buscándolo. Se hizo de noche sin encontrarlo y decidió seguir con la búsqueda por la mañana. Llamó a la Guardia Costera y a su seguro. A la mañana siguiente reinició la búsqueda recorriéndose todos los puertos de su zona. Dió aviso a todos los puertos de Alemania y Dinamarca. Los días siguientes continuaron poniéndose en contacto con brokers, astilleros e incluso operadores de grúa fueron avisados por si lo habían cargado en un camión o en un mercante. La compañía de seguro le indicó que realmente es muy difícil robar un barco y que aparecería. La realidad fue distinta. El barco no apareció y la familia decidió encargar su tercer barco al astillero. Las pérdidas fueron importantes porque aunque habían cobrado la indemnización del seguro este no les cubría la totalidad del importe y además había muchos bienes no cubiertos por su póliza.
Pero el tiempo fue pasando y el ladrón reincidió. Tras cerca de cuatro años la policía seguía la pista de una lancha robada y encontraron al ladrón. Sospecharon que podía haber robado algo más. Siguieron investigando y descubrieron que había robado dos barcos más. Los encontraron en un cobertizo pegado al río Elba. El ladrón tenía buen gusto porque poseía dos señores barcos, el HR 36 de esta familia y un HR38. El hombre había planeado el robo con todo detalle. Esta parte me maravilla, me lo imagino preparando todos los pasos a seguir. Justo antes del robo había ido transmitiendo a sus amigos y compañeros de Club que se iba a comprar un Hallberg-Rassy. Cuando llegó a la marina con el barco robado montó una fiesta imponente de inauguración para celebrar la "compra" del barco.
Falsificó el contrato de compra, el número de fabricación y la fecha de compra, que era un día posterior al robo. Con el numero de fabricación y de motor falso estafó a la compañía de seguro y a un banco, a quien pidió 100.000,00€ de préstamo. Este dinero lo utilizó para vivir tranquilamente.
El HR 36 era usado con asiduidad y le había hecho cerca de 5.000 millas náuticas a lo largo de los cuatro años que lo tuvo, pero lo encontraron en inmaculado estado de revista, incluso con mejoras.
Una vez el propietario real pudo recuperar sus objetos personales, el barco fue vendido a un nuevo dueño a quien se le informó de toda la historia.  El ladrón una vez desenmascarado y con toda la verdad puesta encima de la mesa desgraciadamente se suicidó.
Normalmente los robos de barcos fracasan, los ladrones no suelen ser muy profesionales. Por otra parte es difícil huir en un barco a vela, los guardacostas fácilmente te pueden alcanzar en sus motoras. 
Mi mujer y yo estuvimos apunto de comprar un barco que había sido robado y posteriormente recuperado de su puerto en San Antonio. El propietario nos contó que el ladrón entró en su barco como si no pasara nada, salió del puerto sin que nadie se diera cuenta pero al salir de la protección de la isla se encontró de proa con un fuerte temporal de Levante y acabó varando el barco en la playa para abandonarlo saltando a la arena. El barco aguantó el temporal en la playa y sobrevivió. Aunque mostraba cicatrices, el barco había sido bien mantenido y el propietario era encantador, pero no nos atrevimos a hacerle una oferta. Podía perfectamente haber evitado contarnos la historia y no nos hubiésemos enterado.

Barco varado

La verdad es que una persona que roba un barco siempre resulta despreciable, pero la diferencia de comportamiento entre los dos ladrones de barcos hace que me resulte simpático el alemán. Probablemente amaba los barcos y  creyó que la única forma que tenía para cumplir su sueño era robar uno. Una opción a todas luces equivocada conociendo el desenlace final.
La decisión de la familia alemana de volverse a comprar por tercera vez el mismo barco también me llama la atención. Dudo que mi familiar, si se encontrara en la misma situación que la familia alemana, volviera a comprarse el mismo modelo de barco.

1 comentario:

  1. Muy interesante tus experiencias. Ahora lee bien otras con barcos de segunda mano y te quedas tieso. Por ejemplo hay quien ha perdido la quilla navegando plácidamente pues el anterior propietario lo había golpeado con una roca.......o bien el barco se había caído del travel.......lo habían reparado en fabrica......pero..... Yo, soy muy muy desconfiado, y si el barco, MI BARCO, no me llega de fabrica exactamente igual como yo lo he pedido....NO ME LO QUEDO, pues incluso puede venir de una devolución o icluso de un accidente en el translado.

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